Agrisolare, incluso los molinos entre los beneficiarios de la fotovoltaica

Mariani (Fooi): "Gran oportunidad económica y ambiental"
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También habrá i molinos de aceite entre los edificios en cuyos techos es posible instalar paneles fotovoltaicos gracias al llamado “Decreto Agrisolare” recién despedido por Mipaaf que apoya estas inversiones de las explotaciones y empresas agroalimentarias poniéndolas en el plato 1,5 millones de euros válido en el Pnrr.
Pablo Mariani (en la imagen), presidente de Fooi - Cadena de suministro de aceite de oliva italiano – es de hecho muy optimista al respecto. “Para los ingenios es una gran oportunidad -explica- porque las condiciones favorables de la licitación, que se publicará de aquí a fines de 2022, permiten recuperar la inversión en dos años, de manera de equilibrar la empresa prácticamente limpia de los nada despreciables costes energéticos".
La factura está pronto hecha, sin una verificación con instaladores certificados y consultas posteriores a ser formalizadas a través de la CAA de acuerdo con el tiempo que indicará la licitación: para un molino promedio que funciona 20/25 mil quintales de aceitunas al año, la construcción de un sistema fotovoltaico en la azotea está a punto 80/100 mil euros (mil euros por megavatio). Dado el apoyo público igual a 50% en el centro-sur y 40% en el norte, la inversión de los molineros se reduce prácticamente a la mitad, rozando entre 40 y 50 mil euros que representan más o menos la factura energética de dos años. La cotización se abona al término de la intervención, sin perjuicio de la posibilidad de solicitar la 30% de pago inicial previa presentación de una garantía.
“Ciertamente –añade Mariani– se deben considerar dos factores aguas arriba: el primero es que durante el campo, entre otoño e invierno, el sistema fotovoltaico no rinde tan bien como en verano y, por lo tanto, puede ser necesario el apoyo energético de la red; la segunda es que la energía producida en verano se revende al gestor a un precio no tan rentable.
Pero aun teniendo en cuenta estas dos variables, la oportunidad para las almazaras es ciertamente interesante. Entonces, no se debe olvidar el perfil ambiental de la elección. Se ha dicho en más de una ocasión que hoy en día cualquier empresa agroalimentaria hace la sostenibilidad ambiental y economía circular un valor agregado en la promoción de sus productos, recibiendo respuestas positivas del mercado, porque los consumidores están atentos a estos temas, especialmente hoy en día donde el cambio climático está mostrando su efecto devastador sobre el hombre y la naturaleza. Así que poder definirse como una almazara sostenible significa dar mayor valor al aceite de oliva virgen extra que se produce en esa almazara. Al mismo tiempo, no debe olvidarse que la oportunidad de instalar sistemas fotovoltaicos también permite poner de nuevo los techos de los cobertizos que pueden haber fechado con el tiempo y que, en cualquier caso, necesitaría una intervención de reestructuración adecuada".
De hecho, técnicamente la licitación financiará, además de la compra e instalación de paneles fotovoltaicos para las propias necesidades energéticas, también eliminación y eliminación del amianto donde esté presente, creación de aislamiento térmico de los techos y un sistema de ventilación conectado a la sustitución del techo (air gap). La cotización máxima elegible es igual a 50 miles de euros para fotovoltaica y el gasto máximo subvencionable para la demolición y reconstrucción de los tejados se fija en 750 miles de euros.
Se puede obtener más información de Centros agrícolas autorizados o desde instaladores certificados una vez que se publique oficialmente el anuncio.

 

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