La presencia de la cápsula en el cuello de la botella es un elemento recurrente en la tradición de ciertos productos. E incluso en el mundo del aceite cada vez atrae más la atención de almazaras y empresas que pretenden ofrecerse con aceites de oliva virgen extra donde a lo bueno se suma la belleza.
¿Es solo una elección estética o también técnica? Nos acompaña en este estudio Quinti, empresa líder en procesos de embotellado.
“El impacto estético –se nos dice– es ciertamente agradable. La botella está cuidada y bien acabada, y además tiene un impacto positivo desde el punto de vista de la seguridad: de esta forma, de hecho, el tapón apenas habrá sido manipulado.
Pero, ¿para qué sirve realmente la cápsula?
“En parte, la respuesta es bastante intuitiva: de hecho, la presencia de la cápsula garantiza la integridad del paquete. Lo que no quiere decir necesariamente que el producto haya quedado perfecto, ya que esto depende de la combinación de muchos otros factores, pero que no queremos analizar aquí. Siempre pensando en un enfoque práctico, la cápsula promueve la protección de algunos agentes externos, como el polvo y la suciedad en general, siendo un revestimiento externo en la tapa. Hoy encuentra aplicación en botellas de muchos productos y el impacto estético es ciertamente positivo, da elegancia y carácter a la botella, vistiéndola y posibilitando una mayor personalización. Después de todo, una botella de vidrio es como una camisa blanca: por sí misma es elegante con sus líneas limpias, pero si se "enriquece" con algunos pequeños accesorios, puede convertirse en algo especial y único. El uso de un color en lugar de otro en la elección de la cápsula puede, si se usa bien, ser un elemento de comunicación muy válido. Por ejemplo, pensemos en un color oscuro, rojo, morado, negro, para expresar elegancia, rigor, seriedad, o un color más vivo como el azul o el fucsia, para un efecto chispeante y divertido”.
¿Cómo se pone la cápsula?
“Generalmente las cápsulas pueden ser de termorretráctil o de polilaminado: en el primer caso la aplicación se realiza a través de una encapsuladora térmica, en el segundo en cambio a través de una mecánica. En Quinto la tecnología de taponado está presente en muchas de nuestras máquinas y es adaptable a casi todos los líquidos”.
Para obtener más información, haga clic en quiénes
