Dea Carolea, una marca única para el aceite de oliva virgen extra Lametia Dop

La iniciativa del Consorcio de Protección para potenciar el producto
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Podemos hablar de un verdadero punto de inflexión cultural gracias a las empresas de Consorcio para la Protección del Aceite de Oliva Virgen Extra DOP, que han decidido reunir su preciado aceite de oliva virgen extra certificado DOP para ofrecer al consumidor un producto único con una apariencia elegante, con un envase diseñado ad hoc y bajo una marca evocadora. Diosa carolea.

La base del proyecto, apoyado por la Región de Calabria, es la ambiciosa idea de este grupo de productores con visión de futuro que hoy presenta al mercado internacional un producto exclusivo certificado DOP. Envasar un solo lote de producto de forma conjunta constituye una indudable ventaja competitiva, especialmente en lo que respecta a las exportaciones y la internacionalización.

Calidad, trazabilidad y territorialidad son los tres pilares sobre los que basa su actuación el Consorcio Lametia Dop. El Consorcio reúne a productores y empresas que, con pasión y trabajo sinérgico, certifican el aceite de oliva virgen extra Lametia Dop, esencia de todo un territorio históricamente dedicado a la producción de petróleo.

Expresión de una cultura milenaria y de una identidad predominante, el Consorcio salvaguarda, protege y valoriza el cultivar Carolea y los miembros comparten una importante inversión en promoción, encaminada a comunicar sus peculiares características y calidad, y su consiguiente difusión comercial. Allá Carolea es una expresión de identidad., en las historias, recuerdos y costumbres de las familias, en las recetas y en la inspiración artística que surge de sus troncos retorcidos y su follaje plateado.

cada paquete Diosa carolea es rastreable y está equipado con un número progresivo para garantizar la máxima transparencia. Lametia DOP se produce exclusivamente en los nueve municipios de la llanura de Lamezia Terme, con sus extensiones de olivos ultracentenarios protegidos y promovidos por el Baluarte Slow Food, que han obtenido la marca comunitaria: Curinga, Filadelfia (en parte), Francavilla Angitola (en parte), Lamezia Terme, Maida, San Pietro a Maida, Gizzeria, Feroleto Antico y Pianopoli.

La certificación constituye, por tanto, una garantía para el consumidor, ya que se trata de un aceite de mayor calidad vinculado a la identidad cultural del territorio. Al potenciar y promover estos últimos, el Consorcio representa una palanca para el crecimiento socioeconómico, para la capacidad de atraer turismo y dar un mayor impulso a la economía local.

Con la mirada puesta en el futuro, las empresas del Consorcio avanzan en la dirección de la sostenibilidad, no sólo ambiental sino también económica y social.

Sostenibilidad traducida en términos de uso de recursos renovables y economía circular con valorización de residuos agrícolas, protección y mejora de la biodiversidad, inclusión social.

Tags: Calabria, Diosa carolea, en evidencia

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