Fertilización poscosecha, por qué noviembre es importante

Periodo en el que raíces y hojas son capaces de crear sustancias de reserva.
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La recogida de la aceituna acaba de empezar, pero ya toca pensar en devolver la aceituna a la tierra elementos fertilizantesprincipalmente Fósforo y Potasio, eliminado durante la temporada de producción. operación que debería implementarse lo antes posible, preferiblemente en noviembre, cuando elLa actividad de la clorofila sigue activa. y el sistema raíz todavía funciona bien, de hecho en otoño tiene un pico positivo de funcionalidad.

hojas y raices así son capaces de crear sustancias de reserva, que se acumulará en las ramas, en el tronco, en las raíces, lo que será fundamental para el crecimiento vegetativo, ya que la actividad radicular no siempre sigue la de los órganos vegetales que se encuentran fuera del suelo.

Las raíces, hasta que el suelo alcance y supere los 10°C, no son capaces de absorber soluciones líquidas, por lo que serán las sustancias de reserva que alimentarán a la planta en este período frío de principios de primavera. Por esta razón Los aportes de fertilizantes durante los meses de invierno pueden no ser completamente beneficiosos.. Son, sin embargo, si se dan durante los meses de otoño, momentos en los que las plantas siguen activas y almacenando elementos, precisamente para apoyar las primeras fases del despertar primaveral.

En la elección precisa de la fertilización, además de tener en cuenta la eliminación o el consumo de elementos nutricionales, el conocimiento de los suelos y de ellos disponibilidad di Fósforo, Potasio, Boro, sustancia orgánica, sin descuidar los niveles de pH.. Es importante conocer el pH del suelo, porque los nutrientes minerales, disueltos en la solución circulante del suelo, se absorben precisamente en función de los niveles de acidez o basicidad del propio suelo. De ello se deduce que el pH interfiere con la absorción de elementos nutricionales.

Con olivos en producción y con disponibilidad de estiércol maduro, a lo largo de diez meses, se posible cada dos años contribuciones máximas equivalentes a aproximadamente 80-100 kg de estiércol bovino maduro, situado por cada olivo, o una cantidad de 250-300 quintales por hectárea. El estiércol aumenta la sustancia orgánica del suelo, aporta buenas cantidades de nutrientes como Nitrógeno, Potasio, Fósforo, Magnesio, Calcio, Azufre, Hierro, Manganeso, Zinc, Cobre y Boro. El estiércol libera gradualmente micronutrientes, con los consiguientes beneficios para el crecimiento de las plantas, limita las pérdidas por lixiviación o escorrentía de nutrientes, mejora la estructura del suelo y la retención de agua.

Como efectos negativos encontramos que el el estiércol aumenta la presencia de malezas. Además, a menudo no se dispone de medios de distribución adecuados, por lo que la distribución no es homogénea y no está bien conectada al suelo.

In sustitución es posible usar fertilizantes orgánicos granulados: las dosis podrían ser aprox. 4-6 kg por planta, para ser distribuido en el suelo y en correspondencia con la proyección del follaje, o 15 quintales por hectárea, con presencia de 300 olivos.

A esta fertilización debes sumar:
• 45-50 kg por hectárea de fósforo, equivalente a 250 kg de superfosfato mineral-19;
• 90-100 kg de potasio por hectárea, equivalente a 180-200 kg de cloruro de potasio-50.

Una vez finalizada la distribución de fertilizantes, se dirigen enterrado con luz desgarradora, utilizando gradas de discos o dientes rígidos, para incorporarlos bien al suelo, por lo que la velocidad de avance del tractor o vehículo mecánico utilizado debe ser lenta, de 3 a 5 km/h.

En otoño fertilización Debe evitarse la adición de fertilizantes nitrogenados habituales., que serían útiles para mantener activa la actividad fotosintética, pero correrían el riesgo de alargar el ciclo vegetativo de la planta, porque darían vigor a las ramas jóvenes, retrasando su lignificación, lo que podría provocar daños en caso de heladas repentinas y tempranas. .

Es posible, entonces, utilizar fertilizantes nitrogenados de liberación lenta, para prolongar el efecto beneficioso de la liberación gradual de nitrógeno, conteniendo quizás sustancias que retardan o inhiben su nitrificación, haciéndolas así poco absorbibles por las raíces y menos lavables si están presentes en el suelo.

En los últimos años son También entraron en el mercado productos que contienen ácidos húmicos., indicado para mejorar la estructura del suelo y su capacidad de liberar elementos fertilizantes, que contiene aminoácidos y microelementos, como manganeso, hierro, molibdeno y zinc, adecuadamente quelados. Sus efectos se han demostrado útiles para ayudar al olivo a entrar en la fase de reposo invernal, limitando los posibles daños causados ​​por el frío, además de favorecer la fase de diferenciación de las yemas. En varias ocasiones se han comercializado como bioestimulantes, ya que actúan de forma diferente. que los fertilizantes, no basando su acción en el aporte de elementos nutricionales y actuando como activadores del metabolismo microbiano y vegetal.

directora de AIPO
Asociación Interregional
Productores de aceitunas

Tags: Fertilización de otoño, en evidencia

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